Sara Briones tiene veintiún años en la Zaragoza de 1951. Las circunstancias familiares y la situación social de posguerra la empujan a ganarse la vida en El Paraíso, un local de alterne regentado por doña Emilia. Por su habitación pasan diversos personajes que irán modelando la personalidad de Sara. Los secretos que muchos de ellos comparten con ella la convierten en una mujer consciente de su poder. Cariñena es una zona vinícola cercana a Zaragoza, y las bodegas Ducal y Trueta son de gran importancia en la región.
Eduardo Costas es un personaje turbio y poderoso, que fue miembro de la División Azul en la posguerra española y se dedica al contrabando de toda clase de objetos a través de la frontera francesa. Está casado con Adela, heredera de la Bodega Ducal. En un viaje a Salamanca Eduardo conoce a Mariana Rojas, una rica y atractiva mujer con la que se asocia para emprender una actividad comercial. Rubén es el heredero de la bodega Trueta y sobrino de Eduardo por parte materna. Las relaciones con su tío se envenenan cuando Eduardo aprovecha sus lazos familiares con las dos bodegas para su propio interés y el de sus negocios.
Una muerte inesperada hace que el inspector de policía Rogelio Santander intervenga. Debido a la notable consideración social de algunos de los sospechosos, la policía sufre las presiones de los poderes fácticos de la época para que abandone la investigación.
