Una historia de mar, una metáfora de la vida, con sus cambios de rumbo y puntos de vista, en la que disfrutar con el mejor destino de todos: el propio viaje.
Si es la primera vez que te haces a la mar, es necesario que te acompañe un marinero experimentado. Alguien como Aldo, que por ejemplo sabe que lo primero que hay que hacer a la hora de navegar es fijar un destino.
Y llegamos a esa meta con imprevistos e ingenio, con dificultades y cooperación. Aldo dice que siempre se llega a alguna parte. Pero que lo más importante, es disfrutar del viaje.