NANI CASTAÑEDA sabe que ser de Granada y mutante es algo que marca de por vida. Y encima batería, por si alguien pensaba que él se arrugaría ante las dificultades. Así lleva veinte años, marcando el ritmo de Niños Mutantes, uno de los grupos imprescindibles de la música pop española, y colaborando en mil proyectos para alimentar de ilusión a una ciudad que, al menos en música y cultura alternativa, no da más que alegrías. “Mutante, por la gracia de Dios” es casi el evangelio apócrifo de la escena musical granadina, relatado por uno de sus más ilustres protagonistas. Por sus páginas desfilan los artistas, los ensayos, los garitos y las canciones que han dado carácter a toda una generación, en un relato en el que no hay vencedores ni vencidos. Pero el libro esconde mucho más, pues el autor sabe ser agradecido cuando toca pero también se atreve a sacar a paseo su visión crítica y punzante cuando las pequeñas miserias le incomodan o la situación social así lo requiere. Bendita dicotomía mutante... Consciente de que la música es obra colectiva y orgulloso, con motivo, de su trayectoria personal, Nani representa como nadie el espíritu de La Resistencia Sonora. Y éste es un libro breve, sí. Pero es un peazo de libro
