Teñida de marcados ecos autobiográficos, la novela se construye con  retazos de la infancia y del exilio, la crisis de identidad, las  historias de amor, todo sujeto a los azarosos caprichos del destino. Publicada por primera vez en 1940 -año en que Irène Némirovsky huyó de  París en compañía de su marido y sus dos pequeñas hijas para refugiarse  en un pueblo de la Borgoña-, ésta es la última obra que la autora de la magistral Suite francesa publicó en vida, dos años antes de su  deportación y asesinato en Auschwitz. Ada y Harry Sinner, parientes lejanos, son dos jóvenes judíos  procedentes de niveles sociales muy distintos a quienes un recuerdo  infantil ha dejado una huella imborrable en sus vidas. Ada abandonó  Ucrania poco antes de la revolución bolchevique, se ha casado con su  primo Ben y lucha por abrirse camino como pintora. Harry, por su parte,  ha contraído matrimonio con una joven francesa, hermosa, rica y católica, y se mueve en el mundo de las altas finanzas. Pero la  fascinación que siente al contemplar dos cuadros de Ada en un escaparate  lo llevan a recordar el mundo que ambos han dejado atrás. Con su destreza habitual para el retrato psicológico, Némirovsky delinea  con claridad el torbellino de sentimientos de un clásico triángulo  amoroso. Al hilo de los apasionados personajes, el relato transporta al  lector desde Ucrania hasta el París de los años veinte, y la tensión narrativa crece sin cesar hasta la conclusión del relato. La crítica ha dicho...
«Escrita con inmensa delicadeza y maestría, Los perros y los lobos  es un logro extraordinario de la ficción europea.»
The Sunday Times «Una nueva muestra del extraordinario talento de Némirovsky para ser a un tiempo una escritora épica e intimista.»
La Stampa