Pobre Jacobo Dos-Dos, solo tiene dos más dos más dos años y ya ha caído prisionero del temible Colmillo Encapuchado. ¿Qué habrá hecho para merecer un castigo tan terrible? Cometer el peor delito de todos: molestar a un adulto.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información