El vampiro Ladislao tiene un problema: sus colmillos no están afilados y así ni da miedo ni puede morder cuellos suculentos. ¡Y es que la vida de un vampiro también puede ser muy dura!
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información