El poder evocador de una magdalena mojada en té revela las mil y una conexiones fascinantes que construyen la memoria. La comida nos transporta a la infancia, hace presente a la persona ausente y nos invita a viajar de nuevo a ese país donde fuimos tan dichosos.
En El pan que como de Paloma Díaz-Mas conocimos la palabra japonesa Itadakimasu. Utilizada antes de comer tiene dos significados: el primero, de agradecimiento a todas las personas que hacen posible que tengamos el plato de comida delante de nosotros: al agricultor, al pescador, al cocinero, a quien pone la mesa... La segunda acepción expresa la gratitud a la comida en sí; a la lechuga o al pollo que vamos a comernos, porque también hay vida en ellos. Su vida permite la nuestra. Nos alimentan.
Os proponemos una selección de libros de cocina deseando que disfrutéis de vuestras comidas con emoción y gratitud y, sobre todo, que gocéis de la compañía y de la conversación, pensando que lo esencial no es el qué sino el cómo. Queridos lectores, con vosotros pan y cebolla (y muchas lecturas).