Hace 200 años, en marzo de 1818, Mary Shelley, con 19 años, publica su novela Frankenstein o el moderno Prometeo, dando forma a un antiguo relato que creó una tenebrosa noche de 1816. Y que sigue hoy tan vigente.
El de 1816 fue un verano peculiar, con tormentas y temperaturas frías, consecuencia de la erupción de un volcán en Indonesia que provocó un colosal tsunami, inundó las costas de China y llenó los cielos europeos de ceniza y azufre.
Una noche de aquel terrorífico verano, en villa Diodati, una lujosa mansión a orillas del lago Leman, Suiza, Lord Byron invitó a un grupo de amigos (entre los cuales se encontraban el poeta romántico Percy Shelley, con su joven esposa de 16 años Mary, y el médico de éste, John William Polidori) y les lanzó un reto: crear un relato en una noche.
Al día siguiente, la "inocente" Mary Shelley asombró a todos con su Frankenstein.
Fruto de este encuentro en circunstancias tan peculiares, la tenebrosa noche alumbró el nacimiento de dos de los mitos fundamentales de la modernidad: el vampiro (de Polidori) y el monstruo de Frankenstein (de Mary Shelley). Un relato metafísico profundo con toda la esencia del romanticismo de la época, que inaugura, dentro del género gótico, la ciencia-ficción.
Frankenstein es una novela que pone en cuestión la naturaleza humana, los límites de la ciencia y la responsabilidad social de sus actuaciones. Es a la vez metáfora y reflejo de una sociedad herida y testimonio crítico de cómo la ciencia manipula la naturaleza, incluso la humana. En ella, un científico, Victor Frankenstein, desafía a Dios dando vida a un ser, y su arrogancia desencadena la tragedia.
El cine ha añadido terror a nuestro imaginario concibiendo a Frankenstenin como una criatura cruel y monstruosa, que dista mucho del texto de Shelley. Mientras que la película original de 1931 (de James Whale) atribuye la violencia de la criatura a su naturaleza, la novela denuncia que su reacción violenta es fruto del rechazo que sufre tanto por parte de su creador como del resto de la sociedad.
Recomendamos acercaros a Frankenstein, también en sus versiones ilustradas, en ciertas noches de lecturas veraniegas y escalofriantes.
Os presentamos alguna de las ediciones más interesantes: la anotada (ed. Akal), para adentrarse en todo el simbolismo y sentido del texto de Shelley, o la ilustrada magníficamente por Lynd Ward (ed. Sexto piso). Además, si queréis poneros en contexto, recomendamos leer la novela de W. Ospina sobre la noche en que nació el mito o el libro sobre las raíces del romanticismo. Y para acabar, una interesante biografía de la autora.
Leed y juzgad vosotros mismos.